La integración regional en Europa ha sido una referencia habitual como ejemplo exitoso. En América Latina, los procesos integracionistas se inspiraron, al menos parcialmente, en la experiencia europea, si bien tampoco dejaron de intentar desarrollos adaptados a las particularidades propias. En particular, la Unión Europea (UE), entre los años 2021 y 2022 se dio a sí misma y a sus ciudadanos un ejercicio de reflexión –la Conferencia sobre el futuro de Europa– que resultó en propuestas de un nuevo paquete de reformas, diseñado para relanzar el proyecto de integración tras dos décadas de crisis. El análisis de la Conferencia podría servir de base para reflexionar acerca del regionalismo latinoamericano, sus aciertos y fallas, y de esta manera, comenzar a repensar sus fundamentos, objetivos y resultados en un momento donde la región también se enfrenta a enormes retos, y así crear un impulso que lo relance. El Grupo 5 posee dos subgrupos: “Cuestiones fundacionales e institucionales” y “La UE en el mundo”.